miércoles, 23 de septiembre de 2009

Miércoles Termales

Bueno, para seguir con los días de frío, y con amenazantes nubes oscuras, se me ocurrió que sería buena idea ir a las termas - con ceño fruncido en gesto de duda por parte de mi socio. Pero considerando que sería el único lugar donde no tendríamos frío, terminó por aceptar.

Nos perdimos un poquito (no mucho, en serio), y llegamos a las termas. Es necesario aclarar que ninguno de los dos había estado nunca en una terma, así que llegamos al puesto de entrada preguntando hasta: "y acá qué se hace?".

Una de las piletas está maravillosamente techada, alquilamos reposeras y una mesa, nos informaron que si bien está prohibido tomar mate en las zonas de piletas, dada la poca concurrencia y el mucho frío exterior seguramente nadie nos diría nada.

Así que entramos con cara de pueblerinos, nos instalamos, nos quedamos en traje de baño, y siguiendo las instrucciones, nos dimos una ducha antes de entrar a la pileta.

Hasta ahí, nada parecía ni especial ni maravilloso, hasta el momento en que comenzamos a bajar la resbalosa escalerita hacia un agua espectacularmente calentita (37°C).

Sin exagerar, afirmo que ahí el día cambió para mi socio. Lo que parecía que iba a ser una tortura resultó un placer espléndido. Cumpliendo las indicaciones (hoy estuvimos muy obedientes, parece), a los 15 o 20 minutos, salimos del agua, nos sentamos, y así, alternando agua con sillas y mate, ah, y salidas al frío a fumar, pasamos desde las 11 aprox. hasta las 17 aprox. en el lugar más cálido de la ciudad de Colón.

Mi socio leía su novela, yo continuaba con la revisión de la Tesis de Pablito, y cada tanto, zaz! al agua pato!

En un momento vimos todos (las 6 personas que habíamos allí, incluido el bañero - guardavida dice mi socio, que hay que ahogarse en una terma!!), que entraba un micro lleno de chicos. El bañero-guardavida se nos acerca y dice "se terminó la paz". Efectivamente, entraron como 30 chicos, varones y nenas, que a los gritos y empujones - como corresponde que para eso uno es chico - llegaron, se cambiaron, se metieron al agua, gritaron todo el tiempo, TODO EL TIEMPO, hasta que no sabemos qué sucedió, alguien dijo "chicos, vamos", y tras pasar hooooraaaas en los baños, se fueron. Y como los animales del zoo cuando se va el público, respiramos profundo y no nos fuimos a Madagascar, sino que volvimos al agua (susurrando "quiero mover el bote" nótese el nivel de la bibliografía).


Bueno, último chapuzón, secarse, vestirse, devolver el equipo, y al super a comprar ketchup para los panchos que cenaremos hoy (realmente los chicos parecemos nosotros hoy, no?).


En Alcatraz se sentía un frío tremendo, así que mi socio se tomó el trabajo de prender la salamandra (ahora sí, púdranse de envidia), mientras yo enjuagaba los trajes de baño, y acá estamos, todavía sin cenar, pero con el plan de calentar los pancitos en la salamandra.....


Quizá mañana sea más movido, lo de hoy fue un justo descanso por el laburo del día anterior, del mes anterior, del año anterior, dice mi socio, yo digo hedonismo puro.


("Qué mal que viven los pobres" y "lo mal que se vive y lo bien que se está")

2 comentarios:

Ms. Grinberg dijo...

Tuve que traducir "mover el bote" porque no me podía imaginar de qué hablabas. ¡Je!

Bigote de León dijo...

Pudiste dilucidar que era de "Madagascar"?