sábado, 26 de septiembre de 2009

Anduvimos de históricos

Para compensar el día de ayer, que fue a las corridas - literalmente -, hoy decidimos hacer las cosas super tranqui y sólo ir a visitar el Palacio San José (35 kms aprox).

Despertamos temprano pero tranquilos, sólo temprano como para no quedarnos sin desayunar, lo que hicimos apaciblemente sentados en el porche, que ya es una institución, y nos encantaría hacerlo todos los días en casa.

Nos bañamos, vestimos, preparamos equipo de mate, bizcochitos, y hoy agregamos las maravillosas naranjas entrerrianas, y agarramos ruta, rumbeando despacito para ir a visitar lo que fue la casa de Justo José de Urquiza (el Yaya, dice mi socio).

La ruta que hay que tomar, y que es la misma que va a Basavilbaso esta hecha concha (disculpen lo elegante del término), pero también está en arreglo en algunas partes, donde al comenzar está parado un pobre tipo al sol, con una bandera y un handy, y te dice si frenas o seguís por un solo carril; en algún momento, cuando ya han pasado varios autos y camiones, el que está del otro lado da el paso en sentido inverso, muy seguro, como podrán ustedes imaginar.

A qué no saben qué nos pasó? Sí, señor, señora, tiene razón, nos perdimos. A ver, entendámonos, el lugar está señalizado, teníamos por escrito Ruta 39 Km 128. Sin embargo, en un momento, afortunadamente, mi socio toma el mapa rutero y compara con la población que estamos pasando y dice "me parece que nos pasamos....". Salimos en una estación de servicio, donde nos enteramos que sólo nos pasamos 10 kms. Que debíamos volver, y donde está el cartel indicador, dar vuelta a la izquierda, que es el único camino pavimentado que hay en la zona, aparte de la ruta.

("pero cómo no lo vimos?" pregunta ahora mi socio, "en serio te lo digo". Ni idea, lo nuestro es perderse nomás, se ve que eso nos sale bárbaro)

Encontramos la salida, entramos, y se presentó ante nosotros la casa donde queremos vivir, esperamos que próximamente esté en venta. Además de que tiene su capilla propia, habitaciones para huéspedes comunes y para huéspedes importantes, a ver, resulta tan difícil de explicar lo magnífico del lugar, que hoy sí que van muchas fotos. Así que pasen ustedes a lo que algún día será nuestro hogar.








Bueno, despues de carcomernos de envidia bastante, y de tomar 4 mil fotos, nos volvimos silbando bajito, derechito hasta el puerto de Colón, a tomar un café (mi socio) una cerveza (myself), un tostadito en pan artesanal (mi socio) y chipacitos (myself).

Después no sé si nos olvidamos que era sábado o qué, pero quisimos hacer lavar el auto. JA JA JA. A ver porteños, dónde creen que están? Así que de vuelta a Alcatraz, luego de haber averiguado dónde cenaremos pescado hoy, lavamos un poquito de ropa (sólo porque mi socio decía que yo había comprado el jabón en un arrebato de buenas intenciones), y necia ella de entendederas, y como no queremos que el nene que cumplió años (60 mil), digamos kms. llegue al día del Perdón sucio, pues me puse a lavarlo, contra opinión de mi socio, santo varón, que terminó ayudándome.

Y acá estamos, hemos decidido que no vamos nada al templo mañana, que nos vamos a las termas, que ahí se descansa super y puedo también avanzar con la lectura de la tesis de Pablito - entre zambullida y zambullida - y que efectivamente, como la cuenta nos da a nuestro favor, y Dios nos sale debiendo, como corresponde a buenos judíos que somos, lo perdonamos.

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