jueves, 24 de septiembre de 2009

Casi casi Greenpeace o mejor dicho Green Peace

Hoy volvió el sol y subió un poco la temperatura (menos la de la ducha, que aún con el calefón al mango, llegaba a estar "fresca").

Así que día de ruta de nuevo. Primero que nada, a piquete derecho, en búsqueda de la "boutique de la nuez pecan". Ahí nos dieron a probar - obviamente - nueces pecan, al natural, con chocolate, con sal, acaramenladas, licor de pecan, todo excelso. Mientras, nosotros mirábamos y mirábamos y nos queríamos comprar TODO.

Bueno, el licor de pecan se vino con nosotros, así como un pan artesanal con nueces (pecan, obvio. Les dijimos que se llama "la boutique del pecan"?). Como era un poco temprano para aprovechar el "patio cervecero", quedamos en volver cuando ya rumbeáramos para Alcatraz.

Avanzando, cruzamos San José, que curiosamente, pero consistentes con nosotros mismos, nos perdimos, exactamente igual en el mismo lugar de San José. La diferencia es que esta vez recordamos las indicaciones recibidas la vez pasada, o sea, llegar hasta el hospital (del que tomamos fotos para Ioni, para que venga a trabajar a un hospital de pueblejo - es broma Io), ahí a la izquierda, hasta que volvés a pavimento, ahí a la derecha y eso te saca a la ruta 14.

Sin apuro y tranquilitos, cantando temas de los 50's y 60's, llegamos al Parque Nacional el Palmar. (Silvia, no sé cuándo viniste vos, pero no hay 4 palmeras locas, son 4004, 4 adelante y como 4 mil atrás).

Ok, no son las Cataratas del Iguazú ni el Parque Nacional de Los Alerces, pero fue tan agradable ir con el auto a velocidad que no exceda los 40 kms/hr, sin música, y con las ventanas abiertas, escuchando cada tanto algún ave, totalmente relajante.

Nos llegamos hasta un punto de avistaje llamado La Glorieta, y ahí bajamos a hacer la caminata de un sendero. Difícil explicar la sensación, pero cuando uno viene con tanto tanto TANTO stress, esto es una delicia. Callados, mirando, si hablábamos era en susurros, tomamos algunas fotos. Genial.

Luego seguimos hasta el camping que queda al lado del río, donde se ve muy cerca la costa de Uruguay. Ahí nos sentamos, preparamos el mate, sacamos la bolsa de bizcochitos, barritas de cereal y galletitas, y nos pusimos a descansar de todo el cansancio del día, mientras tuvimos una de estos "debates culturales" que suelen ser los domingos a la mañana en la cama, pero hoy, ni era la cama, ni era domingo. Sin embargo, analizamos profunda y profusamente las modalidades de adhesión o participación de los estudiantes universitarios en los movimientos políticos obreros o campesinos en diferentes países (no piensen que es una joda, por dios, estuvimos más de una hora con el tema, y con el mate, que es su versión "al vesre").

Salimos de ahí, totalmente renovados, involucrados con la naturaleza y seguimos hasta Ubajay. De este lugar teníamos dos enfoques:
1. La detallada descripción de a dónde debíamos ir y a quién debíamos saludar de parte del Dr. Mandel, oriundo de esta localidad.
2. La de Grace, quien dice que Ubajay son 2 cuadras y punto (ok, ok, no es Los Angeles, pero tiene un poco más de 2 cuadras)

Vale decir que la entrada es medio compleja ya que están en obra en la ruta 14 (como 500 mts. pero justo en la entrada del pueblo, mi socio apunta, o sea, del tamaño del pueblo), y ahí vimos un cartel (disculpen que no tenemos la foto) que decía, "maneje despacio, en Ubajay no nos sobran habitantes", muy ocurrente).

Bueno, encontramos el museo, que es la vieja estación de ferrocarril. El encargado del museo se ocupó de darnos MUCHA bola - debe estar más aburrido que los leones del zoológico - pero muy amable.

Nos contó un detalle interesantísimo: en 1992 pasó el último tren y se recibió la orden de cerrar la estación y enviar a Capital los elementos y documentación de la misma. Pero el Jefe de la Estación no sólo sigue viviendo ahí, sino que al recibir esa instrucción, solicitó le fuera enviada por escrito, y el escrito nunca llegó, así que no mandó NADA.

Una de las habitaciones del museo está dedicado a los pobladores judíos de la zona, con artículos, objetos, cuadros, fotografías y el trazado de división de tierras de lo que fueran las colonias Yatay y Palmar, con los nombres de cada uno de los propietarios. La otra es la Jefatura de la Estación tal como estaba el último día que funcionó.

Detalle divino: se nos unió un chico, un "gurí", en nuestra "recorrida" y charla con el Encargado del museo, quien, cuando le preguntamos si era divertido vivir en Ubajay, nos repreguntó cuántas veces habíamos sido asaltados (es toda una respuesta, no?)

Dejando atrás el museo, fuimos a la búsqueda de la biblioteca, ya que debíamos enviar saludos a una persona allá de parte del Dr. Mandel, y nos mandaron enfrente a una casa IM-PRE-SIO-NAN-TE, sobre todo para estar ubicada en este pueblito, que es donde esta persona vive, pero que no estaba. Dejamos los saludos, y pegamos la vuelta.

Ahí sí, volvimos derechito al parque cervecero, nos tomamos una artesanal roja con una picadita y vuelta a Alcatraz, a donde llegamos anocheciendo, a prender la salamandra y a cumplir con ustedes devotos seguidores de nuestras aventuras.

Seguiremos mañana...







No hay comentarios: