viernes, 11 de marzo de 2016

Segundo día

No que haya mucha diferencia con el día de ayer, digamos que quería despertarme temprano y sólo logré despegar de la cama a las 9, después de eso, ducha tomando café, que esa es una de las delicias de estos hoteles, la cafetera en la habitación.
Protector, bikini, desayuno y a la playa.
Caminé, caminé y caminé, después me metí al Mar.
Conocí una pareja poco mayores que yo, que viven muy cerca de casa, divertidos, ella muy charladora, y pasamos algunos ratos de la mañana juntos.
Después de varias veces de entrar al Mar, de enjuagarme la sal y la arena, tomar agua de coco y cerveza, decidí que era momento de quedarse a la sombra, que el sol está muy fuerte.
Leí un rato, con un poco de pena terminé Mujeres de Ojos Grandes y comencé uno de relatos de terror.
Me quedé en la playa hasta que el Mar subió tanto que retiraron las reposeras y las sombrillas, disfrutando de ver subir la marea.
Después comí, estuve un rato al lado de la piscina charlando por whatsapp, y de ahí a la habitación.
Saqué la arena de mi bikini y de mi persona, que aún cuando en ningún momento me senté en la playa, me traje conmigo toda la arena.
Al gym, a la ducha, a cenar, a tomar whisky con soda al salón de fumadores, que para algo soy un bicho de rutinas...

Me encanta donde estoy, me encanta el Mar, me encanta el hotel.

No soporto a los no fumadores y la forma en que han avanzado sobre nuestros derechos, que ni siquiera se pueda fumar en un bar totalmente abierto...

Bueno, de algo hay que quejarse cuando uno está en el paraíso, no?

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