domingo, 20 de marzo de 2016

Domingo

Se terminó la paz
La playa se llenó de niños, de gente ruidosa, de bullicio
Hace un par de días llegó un grupo de centroamericanos, de acento posiblemente puertorriqueño, varones, mujeres, jovencitas, y hoy directamente pusieron música, punchi punchi
Ya me acerqué y les dije que acá cuando alguien escucha música lo hace con audífonos, para no molestar a los demás. La apagaron como dos minutos...
En fin...

Pero hoy, que bajé temprano a la playa y el Mar estaba bajo y tranquilo, los guardavidas, que siempre ofrecen llevarlo a uno a nadar Mar adentro, me lo repitieron.

Dudé, porque el gemelo donde alguna vez tuve un casi desgarro me viene protestando al grado de hacer un calambre el otro día dentro del Mar.

Cuando llegué a mi reposera, lo pensé mejor, me dije que después sube la marea, que el momento es ahora y sólo se vive una vez.

Así que volví y lo cabeceé, como para sacarlo a bailar, cazó el gesto y se vino con el flotador. Entramos al agua, me puso el flotador que tiene una correa como de pasear perros, se puso el extremo en su cintura y nos fuimos para adentro.

Lindo Mar, que pasando la rompiente es intenso pero tranquilo. Nadamos, paramos, seguimos, paramos, me explicó las técnicas de rescate y el ejercicio que hacen para mantenerse en forma, seguimos nadando, hasta que me cansé y ahí salimos.

Genial, le agradecí un montón y le dije que acababa de hacer que mi día sea totalmente diferente.

Y esa nena hermosa, que tendrá unos 8 años, y el pelo largo rubio y ondulado, que en plena marea alta nos revuelca la misma ola, y al salir, lo primero que hace es preguntarme: estas bien?

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