27 de mayo Rawson Playa Unión

Muy bien, bañados, dormidos, desayunados, encaramos hacia Rawson, con el objetivo primero, inicial y primordial de hacer lavar el pobre auto, que tenía barro desde la salida de Viedma, como recordarán.

Para mi gran sorpresa, durante la mañana Rawson está lleno de gente, sí estimados, LLENO de gente, así, apurados, tocando bocina, estacionados por todos lados y si uno no tiene cuidado, por dios que te pisa un auto. Nunca había visto tanta gente en Rawson, pero al parecer, eran mis horarios lo que influía.

Averiguamos dónde lavar el auto, en una estación de servicio, donde nos dijeron "hay que ver si a esta hora aún tienen turno"!!! Así que para allá fuimos; evidentemente por algo lo decían, estaba lleno de autos para lavar y nos prometieron entregarlo en 2 o 3 horas, así que nos fuimos a caminar por ahí.

Afortunadamente se nos dió por entrar a un supermercado, ya que encontramos el Whisky Passport aún más barato que en Patagones, $18!!!! qué pasa? descubrieron que es tóxico? nadie lo tomaba? nosotros sí, lo compramos chochos. Además de un par de pulóveres con cierre, uno para cada uno, bien abrigaditos, porque el solcito engaña y la verdad que hicimos una buena compra (sí en el super de Rawson, qué tal??) porque realmente estaba para c... de frío.

Después caminamos, caminamos, caminamos, y nada, se terminó el pueblo, así que nos fuimos a tomar un cafecito a la confitería de la plaza del centro, leímos el diario local, donde vimos que no era subjetivo lo nuestro cuando nos parecía que manejaban como enfermos, ya que desde que llegamos se la han dado al menos en 2 ocasiones con muertos como para salir en los diarios.

Hicimos un poco más de tiempo, y fuimos a buscar el auto, que resultó que era lindo y blanco, nos habíamos olvidado. Por 20 mangos lo dejaron bombón, perfumado y todo. Y eso que les dió trabajo, eh?

Volvimos a Playa Unión, con la seguridad -de mi parte- de que encontraríamos algo para almorzar a las 15 hrs. Ja, Ja. Caminamos, caminamos, caminamos, y finalmente encontramos un lugar a punto de cerrar que accedió a hacernos un par de sanguches de milanga asesina, mismos que junto con un tetra de jugo de naranja engullimos en las mesas de un restoran cerrado pero que contaba con mesas afuera y un poco de protección del viento (Margarita para más dato).

Siendo las 17 hrs. volvimos al hotel, tomamos un cafecito con alfajores de mermelada de frutos del bosque y como se podrán imaginar, SIESTA!!!

Luego de eso, al despertar, nos acomodamos en una salita del hotel, con la generala, el whiskito y ahí estuvimos muy a gusto hasta que fue hora de dormir de nuevo.

Qué vida agitada, por dios!!!

Seguimos con el día de mañana.