lunes, 17 de septiembre de 2007

Protector Solar

Como anda dando vueltas, lo hemos enviado a un montón de gente, pero no nos basta para satisfacer lo mucho que nos ha impactado, va nuevamente:

Damas y caballeros de la promoción 1997:
Usen protector solar.
Si yo pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería el protector solar. Los beneficios a largo plazo de utilizar protector solar han sido demostrados por científicos, mientras que el resto de mis consejos no cuentan con una base más confiable que mi propia experiencia. He aquí mis consejos.
Disfruta el poder y la belleza de tu juventud. Está bien, olvídalo. No entenderás el poder y la belleza de tu juventud hasta que ellos se hayan marchitado. Pero, creeme, en 20 años, mirarás hacia atrás en fotos de vos mismo y te acordarás, en una forma que no puedes ni imaginarte ahora, cuántas posibilidades se desplegaban ante vos y cuán fabuloso te veías en realidad. No estás tan gordo como te imaginás.
No te preocupes por el futuro. O preocupate, pero sabiendo que preocuparse resulta tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Los verdaderos problemas en tu vida pueden ser cosas que nunca cruzaron tu preocupada mente, del tipo de cosas que te golpean a las 4 de la tarde de algún martes cualquiera.
Hacé todos los días alguna cosa que te da miedo.
Canta.
No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres a aquéllos que juegan con tus sentimientos.
Usá hilo dental.
No gastes tu tiempo en celos. A veces vas adelante, a veces atrás. La carrera es larga y, al final, es sólo contra vos mismo.
Recuerda los elogios que recibís. Olvida los insultos. Si lográs hacer esto, decime cómo.
Conservá tus viejas cartas de amor. Tirá tus viejos resúmenes bancarios.
Estiráte.
No te sientas culpable si no sabés qué querés hacer con tu vida. Las personas más interesantes que conozco no sabían a los 22 años qué querían hacer con sus vidas. Algunos de los más interesantes cuarentones que conozco, aún tampoco lo saben.
Tomá mucho calcio. Sé amable con tus rodillas. Los vas a extrañar cuando se hayan ido.
Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40, quizá bailes en tu 75º aniversario de casamiento. No importa lo que hagas, no te alabes mucho, ni tampoco te menosprecies. Tus probabilidades son del 50%. También las de todos los demás.
Disfrutá de tu cuerpo. Utilizalo de todas las formas que puedas. No le tengas miedo, ni tampoco a lo que otros puedan pensar de él. Es el más grandioso instrumento que tendrás.
Bailá, incluso si no tenés otro lugar donde hacerlo que en el living de tu casa.
Lee las instrucciones, aún si no las sigues.
No leas revistas de belleza. Sólo te harán sentir feo.
Llegá a conocer a tus padres. Nunca sabrás cuándo se habrán ido para siempre. Se amable con tus hermanos. Son tu mejor vínculo con tu pasado y las personas que más probablemente se quedarán con vos en el futuro.
Entendé que los amigos van y vienen, pero aferrate a un precioso puñado de ellos. Esforzate por tender puentes en la geografía y el estilo de vida, porque mientras mayor te vuelvas, más necesitarás a las personas que te conocieron cuando eras joven.
Viví en Nueva York alguna vez, pero andate antes de que vuelva duro. Viví en California del Norte alguna vez, pero andate antes de que te vuelva blando. Viajá.
Aceptá ciertas verdades inalienables: Los precios subirán. Los políticos serán corruptos. Vos también serás viejo. Y cuando lo seas, fantaserás que cuando eras joven, los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a sus mayores.
Respetá a tus mayores.
No esperes que nadie te mantenga. Quizá recibas una herencia. Quizá te cases con alguien que tenga dinero. Pero nunca sabés cuándo alguno de ellos se puede terminar.
No hagas mucho lío con tu pelo o para cuando tengas 40 se verá de 85.
Sé cuidadoso con los consejos de quién aceptás, pero sé paciente con aquéllos que los brindan. Los consejos son una forma de nostalgia. Brindarlos es una forma de pescar en la basura del pasado, limpiarla, volver a pintar las cosas feas y reciclarla por más de lo que vale.
Pero hacéme caso con lo del protector solar.

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