miércoles, 12 de mayo de 2010

Todo pasa y todo queda

Bueno, algunas de las cosas terribles que tenían que pasar, ya pasaron.
Otras, que hacía falta que sucedieran, comenzaron a suceder.
A veces, cuando uno está en un remolino en el mar, mirar el muelle por un instante ya representa casi estar fuera.
A veces, estos comenzares son zambullirse en un remolino.
Eso, lo sabremos cuando suceda.
Mientras tanto, como dice mi socio, cada día es adaptarse a algo diferente, y ese algo diferente está en uno y no en el afuera, lo que provoca que alguien como uno sufra mucho los cambios.
Quizá no sea realmente un torbellino, quizá he pasado más tiempo en la laguna que en el mar últimamente.
Cruzaremos el puente cuando lleguemos a él.

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