sábado, 1 de mayo de 2010

De Madres e Hijas

Ella tiene que ingresar de nuevo a esos edificios blancos, asépticos, profesionales e impersonales.
Ella tiene que volver a entregar su cuerpo a la ciencia para poder seguir viviendo.
Ella no tiene miedo, no se siente insegura, en realidad ella piensa que Ella no tiene registro de sus sentimientos.
Es lógico que Ella no tenga miedo, no recuerda lo peor de la última temporada, afortunadamente, sin duda.
Pero ella sí tiene miedo. A ella todos le dicen "va a estar todo bien", "todo va a salir bien". A ella todo esto no le dice nada.
ella recuerda mucho, demasiado, de la vez anterior, y recuerda sobre todo la soledad y la desesperación de tener que tomar decisiones en lugar de Ella, para Ella y por Ella.
ella sin duda espera y desea que todo sea como les dijeron, que no haya ninguna complicación, sin embargo, hay un lugar, muy cerca del estómago de ella, donde le brotan tan patentes los sentires diarios de la estadía anterior, que inclusive se encuentra contándoselos a Ella, quien, obviamente, sin disimular nada, cambia de tema.
En fin, que a partir de mañana, ella espera que los recuerdos de esos edificios blancos se vean modificados por la experiencia actual.

2 comentarios:

Ms. Grinberg dijo...

La historia de Ella y ella me revive el recuerdo del Objeto y el objeto (según Lacan). Y supongo que es inevitable, digo yo, eso de los recuerdos... y digo yo, desde esta enorme distancia, porque también a mi me saltan esos recuerdos vicarios.

Bigote de León dijo...

Mi terapeuta también mencionó a Lacan en relación a este post. Afortunadamente yo no lo tengo ni leído ni estudiado...