miércoles, 12 de mayo de 2010

de Madres e Hijas

Una vez que Ella está a salvo en su guarida, el resto de la gente le dice a ella, que es muy buena hija, que Ella tiene mucha suerte de tenerla a ella.
ella se enfurece al escuchar ésto. En realidad no sabe muy bien por qué.
Piensa por momentos que quien se lo dice desearía que si algo así le sucediera, alguno de sus hijos actúe así.
En otros momentos cree que esas palabras le producen éste efecto porque para ella ésto es un padecer al que se ve sometida, y no un logro o alguna acción que amerite reconocimiento.
A ratos siente que está enojada con Ella por someterla una y otra vez a estas situaciones. Evidentemente Ella nunca sabrá lo que ella siente, básicamente porque no le importa. Como para Ella es natural atravesar estas situaciones, en ningún momento piensa en qué le provoca a los demás, ni siquiera a ella, que DEBE estar a su lado para solucionar cada una de las dificultades que se van presentando, de modo que Ella esté bien.
Creo que ella siente un poco de envidia de Ella, de que Ella pueda entregarse totalmente a que otro tome el volante, aún cuando el otro no tenga ninguna gana de hacerlo.
... parece que sería largo de explicar y de entender....

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