Helo ahí, examinando un cachito más de mundo que el habitual. Sin percatarse que se vuelve 4, que está rodeado de Cosmos, iguales a él.
No mira los espejos. Nunca los bigotones miran los espejos, me pregunto qué verán cuando les pasan la vista, quizá no se vean, o quizá no se reconozcan.
Pero si así fuera, pensarían que es otro coludo y se amigarían o se pelearían con la imagen del espejo.
No, no se mira, sólo observa ese pequeño espacio novedoso de su mundo, por ahora, sólo por breves momentos.
Me pregunto qué pasará el día que esté dispuesto a tolerar el sonido y el movimiento de "la habitación de los espejos".
Dulce Cosmo, curioso Cosmo, cuidadoso Cosmo, no se va a exponer (más que lo que su curiosidad le provoca).
Por ahora, entra en "la habitación de los espejos" y luego sale.
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