miércoles, 2 de octubre de 2013

Como si hubiera sido lunes...

Un día de esos que uno dice "qué día!"
Arranco temprano, pues tenía finalmente los 4 turnos para hacerme los estudios que me mandó por control anual mi gine, mismos que había esperado 2 meses y que tenía que hacerme en el Microcentro
Salgo de casa, un tráfico de locos, con la gente re loca en serio. Sorprendida, logro llegar, dando un par de vueltas, a la Av. Corrientes, y cuando estoy por girar para dejar el auto en el estacionamiento, un camión con un eje roto en el medio de la Avenida
Logro dejar el auto en el estacionamiento, no sin antes carajearme con un taxista, y encaro hacia el Subte
Así como bajo, el Subte parado, lleno de gente y con las puertas abiertas. Por los altavoces decían que el servicio estaba suspendido, pero como nadie se iba, y las suspensiones del Subte acá nunca se sabe si son transitorias o permanentes, pues entro, sin pasar la tarjeta, y espero
Finalmente arranca, pero por los parlantes dicen que sólo avanzará 2 estaciones más y que ahí definitivamente debemos descender
Así hago, pensando mientras cómo corno llegar al Microcentro en el tiempo que hubiera llegado en el Subte, lo que también charlamos con otras dos mujeres, una decidida a caminar 8 cuadras y tomar otra línea de Subte y la otra a tomar un colectivo
Bajo, salgo, y las cuatro mil personas que estábamos en el Subte están haciendo interminables colas para cualquier colectivo que pase, y yo, a la cacería de un taxi. Cuando aparece, se acerca otra mujer y yo le propongo compartirlo.
Resultó ser muy amable y divertida, ayer cumplió 64 años, es abogada de familia y tenía a una clienta esperando para una audiencia, así que tan apurada como yo
Se bajó cerca de Tribunales y yo seguí hasta la esquina del Laboratorio Médico
Al llegar, me acerco al mostrador y le digo a la señorita que me atiende que estoy segura que ya perdí el primer turno, pero que pienso que me podré hacer los otros estudios; se fija en una PC y me indica que vaya al primer piso, que ahí verán qué puedo hacer. Salgo del ascensor y hay un mostrador en cada punta del piso, en el del fondo un muchacho me hace señas y me acerco.
Un encanto, mientras "procesaba" el primer turno que seguía, hizo que su compañera llamara a ver si los especialistas seguían ahí para "reprogramar" mis estudios
Finalmente me hicieron los 4, todos muy amables (y dos de ellos ya me adelantaron que encontraron todo bien)
Salgo de ahí, ya sin apuro, y me voy caminando como unas 10 cuadras, a la oficina
Llego, mi Jefa - a quien yo iba a ver, único motivo para ir allá - no estaba, pero iba a volver. Me siento a tomar mate con una compañera, y finalmente llega
Me indica que pase, y le regalo un chanchito amigorumi, para empezar. Luego me pregunta cómo es que no me ha dicho nadie a quién llamar por el cambio de actividad, y me dice que lo llame al Director de Institutos (viejo compañero mío de oficina en los tiempos de Aparicio), que si él no sabe nada, ella mañana hablará con el Director Nacional y le preguntará a quién debo llamar
De paso, y como al paso, me desliza algo sobre no cobrar mi actividad en la Escuela, con lo que me doy cuenta la referencia a la vieja historia de malentendidos con Emiliano, y le cuento la anécdota. Me pregunta si tengo problemas con Emiliano, y le cuento la historia de él y de cómo me parece que fue maltratado
En fin, empiezo a llamar por teléfono y el Director "está en una reunión y me llamará cuando se desocupe", así que me pido el almuerzo, como, reviso mis mails, preparo la clase de mañana, etc. hasta que me aburro y decido irme
Cuando salgo, inmediatamente cruzando la puerta, suena el teléfono y es este muchacho, que divinamente me saluda, se alegra de escucharme, me dice que algo le comentó Emiliano - quien ahora le parece que está fuera del país - pero que yo le cuente. Así que le cuento mi idea y lo hablado con mi Jefa y el mail enviado al Director Nacional, y me dice "pero qué afortunado que soy", y cuanto hay para hacer, y qué bueno contar conmigo, y que "a nuestra edad no es cuestión de andar corriendo", así que me cita para el lunes próximo a las 12 hrs. Yo quedo de reenviarle el mail con la propuesta que había mandado, nos intercambiamos celulares y direcciones de correos, alegrías de volver a escucharnos y a trabajar juntos, y listo
Continúo mi propósito, y me tomo el Subte al Once, con la intención de conseguir jeans Oxford (pata de elefante, que les decíamos) y zapatos de plataforma.
Me camino casi tooooodoooo el Once y logro dos jeans, uno azul oscuro y uno gris, el primero con la botamanga más ancha que el segundo, y el doble de caro. Y unos zapatos geniales!! super altos, pero super cómodos, y baratísimos
Veo una musculosa que dice "Act as a Lady, Think like a Boss", que costaba como la mitad de los zapatos, así que no vino conmigo
Y veo un negocio de panchos (hot dogs) que se llama "Panchosky", lamentablemente no es zona ni era hora como para sacar el celular y tomarle una foto
Finalmente, y realmente muy cansada, vuelvo a donde comenzamos, o sea al Subte (siempre se vuelve al primer amor), y esta vez amuchados, como piojo en costura, y encima llena de bolsas, viajo hasta donde dejé a mi Nazgul, lo agarro y me vengo a casa...
Ya mandé el mail
El lunes me presento a mi nuevo destino laboral
Estoy muy contenta!

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