miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lo que Hay que Hacer

Hoy he recibido dos presentaciones de power point que me han revuelto el alma. Una se refería a las condiciones de miseria absoluta en que viven (y mueren) los tobas en El Impenetrable del Chaco. La otra, a los siglos de opresión (y sus distintas vertientes) que han sufrido las mujeres.
Ninguna de las dos hacía mención a qué hacer al respecto, sólo hablaban de hacer circular esta información para que todos la conozcan.
No me basta.
Algunos de ustedes saben que hace muchos años tuve la ocasión de ver por televisión las condiciones de vida de los huérfanos de guerra de Chechenia, y que a partir de eso tuve por mucho, muchísimo tiempo, la intención de adoptar a uno de esos niños chechenos, como hicieron algunas familias con los hijos de los judíos durante la 2a Guerra Mundial, salvándoles así la vida.
Me he pasado años trabajando con adictos y con presos, y como mi padre siempre decía que como uno pasa un tercio de su día en su trabajo, termina pasando un tercio de su vida en él, también he trabajado para mejorar las condiciones de vida del personal penitenciario, que en muchísimos casos son peores que las de los presos.
No me basta.
Alguna vez discutí con una amistad que me decía que uno puede cambiar el mundo sólo hasta donde alcanza su brazo, y yo sostuve que evidentemente, mi brazo era más largo que el suyo.
Pensé que uno debería ayudar a niños que viven en la calle, ya no en Chechenia, sino en Mataderos, en Merlo, en Jujuy, en Ciudad Neza, en cualquier lado, y bueno, tengo un ahijado en una villa de emergencia. A él y a su hermana les pago un colegio parroquial que no está en la periferia de la villa, pensando que igual van a tomar cerveza en la esquina con sus vecinos en la adolescencia, pero que ésta etapa de su vida puede mostrarles que hay otras formas posibles de vivir. Les compro el uniforme y los útiles, trato de llevarlos a pasear a lugares que no se han imaginado, como la costanera, o el aeroparque (bastante simple, no?).
No me basta.
Realmente no sé qué se puede hacer para ayudar a los tobas. No sé cómo participar para que las mujeres tengan oportunidades equivalentes a las de los varones. No sé qué hacer con los niños que viven en la calle, o no, que sus padres u otros adultos sacan a "trabajar", a pedir monedas, que si uno les da comida en vez de dinero les pegan.
Algo habría que hacer. Sé que algo hago, que estoy cambiando el mundo hasta donde alcanza mi brazo, pero esta vez, mi brazo me resulta muy, demasiado corto.

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