domingo, 18 de mayo de 2014

No está

Ni cuando abro la puerta tengo que cuidar de no empujarlo por si está detrás, ni fijarme que se salga, o si tiene agua en su bebedero o comida en su plato...

No está.
No hay ningún gato en esta casa.
No hay nadie que me esté esperando.

Y esa es toda la verdad.

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