viernes, 2 de agosto de 2013

Esas viejas conocidas

Sí, las migrañas, con o sin aura, más o menos incapacitantes, de libro o encubiertas, pero viejas conocidas y acompañantes.
Que si la medicación preventiva las hace más tolerables, menos frecuentes, pero siguen ahí.
Y que últimamente se incuban discretamente el día anterior y explotan a mitad de mi dormir, así que salgo de la cama a tientas y desesperada a las 3, 4 o 5 de la mañana, y busco a tientas (para no hacerla peor prendiendo la luz) algún, cualquier analgésico y me lo trago esperando poder dormirme, para luego levantarme a las 6 buscando el Naramig, y más luego procedo a empastillarme con cualquier benzodiacepina para seguir el consejo de Kohler, dormir hasta que el dolor pase.
No sé si son peores, pero a esa hora todo es mas terrible...

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