martes, 14 de abril de 2009

NO JUEGO MAS!!!!

Ta bien, no sé si se llama stress, como algunos creen. No sé si es el efecto de pasarme tanto tiempo en salas de espera de terapias intensivas, donde lo único que hay es la posta, la espera de la muerte o de la vida, y nada más en el medio, no hay mentira piadosa que valga, no hay palabra de aliento, si acaso, una caricia, una sonrisa, una lágrima compartida.
No sé.
Lo que sé es que aquí-ahora (esto significa que no sé que va a pasar mañana, pero ni debería aclararlo, eso es siempre, y ustedes ya deberían saberlo) no tengo ni la más remota idea de para dónde voy, hacia dónde me lleva este proceso de reacomodamiento - que a como estaba antes seguro que no. Pero sí tengo la certeza de que no tengo una pizca de disposición de jugar ningún juego estúpido.
No quiero más. No juego más. No quiero para mi vida estas "pequeñas" farsas a las que nos acostumbramos y luego pensamos que son la interacción social. NO ES ASI!!!
Tengo un ataque de hiperrealidad, le veo a todos las máscaras y no se las tolero. Quieren jugar sus personajes? Háganlo, pero no conmigo. No porque yo ya lo superé, sino porque no tengo ganas de participar avalando personajes estúpidos que los demás creen que SON su persona, su identidad.
Si al mismo Jugador de Ajedrez lo enredaron y le hacen leer el diario de Irigoyen, y él tiene ganas de jugar también ese juego, realmente, pero en serio, realmente, es su problema.
Yo no juego más. Para nadie. Con nadie. No es amargura, no es resentimiento. No quiero gastar mi tiempo ni mi vida en pelotudeces.
Sé que suena a bronca. No lo es. Es sólo otro ejercicio de libertad. Y sí, para quien intenta imponerme su juego y su mascarada, puede ser que mi ejercicio de libertad le resulte una agresión, quizá defensiva, quizá lo interprete en función de mi carga de stress. Por dios - si existe - que no me importa un pito.
No sé qué harán los demás con sus vidas. Yo no sé cuánto tiempo me va a durar la mía. Lo que sí sé hoy es que si se termina mañana no quiero llegar a ese momento diciendo "y si hubiera sido más auténtica?", "y si hubiera sido más fiel a mis convicciones?".
Así que estimados, lamento si lastimo a alguien. No, me equivoco, no lamento nada. Les explico solamente. Así estoy. Si me quieren, acerquense de frente, con verdad, dejen las poses, las fachadas, las mentiras y las vueltas de lado, y charlemos, abracémonos, lloremos juntos, si es necesario. Putéemonos si hace falta, pero no me mientan más. Porque me doy cuenta. Y ahí, ahí es donde me levanto y me voy.

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