miércoles, 21 de octubre de 2015

Ser un Híbrido

Extraña combinación genética, que hace que haya llegado a mi edad sin canas y sin caries, a diferencia de toda mi familia, y con un estado físico poco habitual, a pesar de todo.
Pero que también hizo que, como buen híbrido, no pudiera reproducirme.
Ejemplar único, irrepetible.
Y con la carga que hoy representa que todos los que me rodean tengan hijos, con sus pro y sus contra, pero los tienen, y yo no.
Entonces uno escucha, opina dentro de lo posible, con el respeto que impone no haber estado en similar situación, y por dentro, siente, como siempre.
Sí, en su momento me dolió, luego me pareció una suerte no haber tenido hijos, la independencia y todo eso, pero también está la vivencia de soledad, de saber que uno se muere y no le pasa nada a nadie.
Y sí, también es bueno y es malo.
Y es un motivo más para refregarme en la cara que soy diferente, que no soy como los demás.
Quizá lo que más me cuesta es apoyar a quienes quiero y que tienen problemas con sus hijos, porque no sé hacerlo, no sé qué decir, y en simultáneo todo el tiempo siento que yo no tengo hijos, para bien y para mal, no tengo familia, como me dijo alguno.
En fin, pero no tengo canas y no tengo caries...

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