jueves, 7 de mayo de 2015

De dolores diversos

Sí, también migrañas.

Parece que hay un círculo vicioso en el que caigo a veces.
Cuando decido bajar, sólo por momentos, la máscara y meterme a sentir lo que me duele, a ver si lo logro descifrar, inevitablemente termino con una migraña.
Y la migraña no sólo es lo único que logra hacerme parar, todo, sino también lo único que me hace patente lo frágil y vulnerable que soy.

Digo, como si me gustara bajar la máscara, adentrarme en el dolor, tener migraña o sentirme vulnerable.

Pero cuando llego a asumirme vulnerable, es precisamente el momento adecuado para encontrar el camino para acercarme a lo que me duele, y entonces tratar de pensarlo, entenderlo, descifrarlo.

No digerirlo, ya quedamos Silvia, no me pienso tragar nada.

Y volvemos a empezar, y volvemos a sentir dolor, y a llorar, y a quedarme sacudida, no tolerando la realidad, y a hacer una migraña.

(suspiro)

Vaya negocio, no?

No hay comentarios: