viernes, 8 de noviembre de 2013

Del otro lado del espejo

O del mostrador... o de la reja...

Hoy llegó el día. Cristian tuvo su primera salida transitoria solo, bajo palabra, sin que alguien tenga que firmar haciendose responsable por el.
Y como hablamos mil veces en todos estos años, lo fui a buscar.
Lo esperé estacionada afuera, como cualquiera, como una visita, y lo vi venir, tranquilo, fumando, con un bolso en el hombro, como si salir caminando solo fuera lo habitual, lo de todos los días.
Y como además es su cumpleaños, le regalé el que espero sea su primer "King" (El Resplandor), por tantas y tantas veces que le decía que en lugar de "darse manija", "comerse el coco", sacara de la biblioteca un libro de Stephen King, un libro que abriera y se cayera adentro.
Y como tantas veces planeamos, fuimos a un MacDonalds y comimos Big Mac y Cuarto de Libra con Coca Cola, tal como dijimos que haríamos.
Y cada casa cambiada, cada negocio nuevo en su barrio era un "mira!"

Fue tan emocionante, tan conmovedor...

Ojalá todos los que cruzan así esa puerta tuvieran a alguien esperándolo afuera, alguien que apuesta a su favor, alguien que se interesa, alguien con quien hablar...

Hace mucho una Gaby me dijo que uno puede cambiar el mundo hasta donde alcanza su brazo, yo en ese momento me enojé, pensaba que mi brazo era más largo. Pero sí, tenía razón ella, y hasta donde mi brazo alcanza resulta tan gratificante!

Buen finde, Cristian, junto a tu familia, y feliz cumpleaños!

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