domingo, 8 de abril de 2012

Un Tornado arrasó mi ciudad...


Sí, así decía Luca (y mi jardín primitivo)...
Impresiona, la fuerza de la naturaleza, los árboles arrancados de raíz rompiendo las veredas; los carteles de los negocios sostenidos en los cables de electricidad, que por supuesto terminan por caer, a veces con todo y postes; las enormes zonas donde no hay energía eléctrica...
Como por ejemplo en casa de los Tíos, justo en la noche del Seder de Pesaj.
Viajar con mi Socio, mirando los daños, esta vez no por TV, y llegar a la auténtica "boca de lobo", que dura cuadras y cuadras, y en la esquina que hay que doblar hay una cinta de seguridad cerrando la calle - oscurísima - donde se alcanzan a ver muchos árboles caídos, con sus troncos cruzados de vereda a vereda. Y avanzar buscando donde doblar, y seguir en la oscuridad más profunda. Y lograr acercarnos a la casa pensando que se habría cancelado todo, que cambiaron el lugar de la celebración y no nos avisaron.
Y llegar y ver la casa iluminada. Sólo esa casa. En cuadras a la redonda, sólo esa casa.
Y estacionar el auto y escuchar el ruido de un motor.
Y bajarse y escuchar al vecino de enfrente diciendo "podrían pasar un poco de luz para acá, no?"
Y enterarnos que, simplemente, compraron un generador a nafta. (El que tiene plata hace lo que quiere, no?)
Pero, a pesar del festejo, la comida, los chicos haciendo ruido, jugando y gritando; a pesar de hacer el Seder y comer festejando que somos libres y recordándole a los pequeños que algún día ellos guiarán el Seder en sus casas, a pesar de todo eso está la cara de La Tía, y su comentario bien de idishe mame: "No dejen de comer el caldo que tuvimos que hacerlo con agua del botellón porque no teníamos agua".
Por supuesto que tomamos el caldo con las bolas de matze, y todo lo demás, el guefilte fish, el charcoye, todo, hasta el famoso ya flan de café que yo preparo, y que por primera vez ví que se terminara en la misma noche.
Pero al día siguiente, coincidimos mi Socio y yo en que lo único que tenía viso de realidad era la cara de La Tía, y eso era lo que nos dio a ambos la sensación de los músicos tocando mientras el Titanic se hunde.....

No hay comentarios: