Hace ya un par de años que una pareja de aves se aquerenció en mi jardín. No sé el nombre, dice mi madre que se llaman Primaveras. Son color café claro, con la panza rojiza, color ladrillo. Ella debe medir cerca de 20 cms. y él es un pajarote pesado de algo como 30.
Ya el año pasado habían hecho nido en el árbol de mi padre, muy tristemente coincidió con que conseguimos finalmente que lo podaran.
Fue en verdad muy angustiante ver entre las ramas cortadas, tirado en el jardín, el nido que además contenía un huevito. Pero peor fue cuando finalmente los podadores se fueron, llevándose lo podado, ver al macho recorriendo a los saltitos todo el pasto, deteniéndose una y otra vez donde el nido había caído.
Ahora, el árbol ha echado hojas nuevas y una razonable copita que ha resultado aceptable para mis pajarotes, y, percibiendo que la primavera se acerca, ella hoy, bajo la lluvia, anda picoteando el pasto, recogiendo ramitas y hojas ablandadas por el agua, saltando con el pico cargado de materiales primero a la monstera y luego volando al arbolito.
Así que han perdonado la afrenta del año pasado y están construyendo su nido.
Por supuesto que corren con la ventaja de que mis bigotones coludos están en una edad y peso en que los miran con indiferencia desde el calorcito del sofá, y ni sueñan con llegar a atrapar a las aves cuando bajan.
Así que mis "primaveras" son actuales dueñas y señoras del jardín, y con suerte, este año tendremos pichones.
viernes, 7 de septiembre de 2012
La fauna de mi jardín
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