Mucho, todo, todo a la vez.
Cosas para alegrarse, cosas para indignarse, cosas para volver a tener ganas y volver a tener esperanza.
De alguna manera, finalmente MI amigo el Gran Cerdo se terminó de ir.
Los vientos que soplan ponen algo nerviosos a los Tigres y Serpientes más maduros, mientras que los pequeños felinos, castores, ciervos, águilas y demás habitantes estables de la Jungla siguen en su esfuerzo cotidiano, no sólo para esquivar los Vientos Grandes, que no son de su incumbencia, sino también para seguir construyendo sus diques y sus nidos, y continuar con la vida diaria, con el mismo entusiasmo y las mismas ganas de siempre, a pesar de algunos magullones que ligan cada tanto, producto de algún ataque de nervios de las grandes bestias.
A mí, los nervios también me alcanzan, también me preocupan los Tigres y las Serpientes, pero me descubro feliz y ronroneando rodeada de las fieras pequeñas, amigas fieles y de vocación inacabable.
Volvimos, una vez más. Y disfruto de estar, de ayudar, de escuchar, de hacer junto con...
Volvimos aún cuando no ha terminado el carnaval.
Como muestra...., un botón:
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