Ya El Jugador de Ajedrez pagó su cuota y se fué, dejando atónitos a aliados y contrincantes.
La Jungla toda está a la espera, temerosos, desconfiados, enojados o decepcionados, pero sin saber aún hacia dónde soplarán los pamperos esta vez.
El Boxeador, en medio de la contienda, pierde a su madre y pega la vuelta y se va... Nadie sabe si volverá, si se quedará a vivir otro tiempo en la Jungla o será sustituido por otro extranjero.
Los pequeños animales domésticos que vivimos en la periferia estamos parados. Parados. Algunos con cierta idea de cómo o a dónde dirigirse, otros con más dudas que certezas. Algunos se paralizan, otros escapan hacia adelante.
En fin.
Mientras, al Colo "su Señoría" le tira por la cabeza su pedido de revisión, le dice que la "constitución" no existe para personas como él.
Mientras, a un yacaré le da un preinfarto, sólo por haber aprendido a estar más cerca de los demás, y no poder tolerarlo.
Mientras, las fieras enjauladas deciden, por no tener otra cosa que hacer, matarse entre sí, o a sí mismas.
Mientras, hay hormigas y abejas que pretenden seguir tejiendo, seguir construyendo, seguir activas, aunque soplen tempestades.
Y la temporada de vientos recién empieza....
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