Un día me acordé, un día volví a abrirlo, volví a leer hasta cosas de hace años y años.
Y me encontré, encontré a esa que se busca, que se encuentra y se vuelve a perder, la que se define y se pregunta, y todo el tiempo es ella. La que deja de comer, la que hace migrañas, la que elige divertirse en vez de amar, elige bailar y sentir todo con intensidad. Ella, la colorada, el yaguareté.
Y amé a la ella de entonces, la que me conoce tanto, y a quien desearía recordar más seguido.
Así que volví, y espero quedarme por acá seguido.