sábado, 29 de noviembre de 2014

Convivir con un Dragón

Sí, ya intenté domesticarlo, encadenarlo, desterrarlo y enterrarlo. Inclusive me hice amiga y hasta me lo tatué en el hombro, para recordar que es él quien guía mis acciones inconscientes.
Pero pasa el tiempo y cada tanto resulta que tener un dragón adentro es peligroso para sí y para terceros, descubres de nuevo que tienes que colgarte de las cadenas hasta lograr tenerle las riendas bien cortas para evitar que te meta en un problema, en un problema grande, de esos de los que te arrepientes durante años.
Y cuando lo descubres, siempre terminas percatándote de que hace mucho que estás así, del esfuerzo que haces para sostener esas riendas, de lo mucho, pero mucho que te cansa, te involucra, te desgasta, te ocupa...
No sé cuánto hace que estamos así, mi dragón y yo.
Sé que hay algunas situaciones que logran que yo me distraiga, o quizá es él quien se distrae, y puedo entonces descansar, y por eso las busco y genero.

Y también por eso me hace tan feliz bailar...

domingo, 23 de noviembre de 2014

A largo plazo

Una de las recompensas geniales de hacer régimen durante más de dos años es el momento en que achicas la ropa que ahora te queda grande

sábado, 8 de noviembre de 2014

Oda a la Farmacología

El maravilloso momento que ocurre a la media hora de haber tomado un Valium y un Ibuprofeno...