martes, 30 de noviembre de 2010

La Estadía en La Jungla Pampeana

Pues sí, tal como lo pensaba, La Jungla repite la metáfora del mar: "lo que es del mar, el mar lo traga, lo que no, el mar lo escupe".
Y resultó que generamos clima, y que en el clima hablamos y nos hablaron, Y me contaron que había un preconcepto generalizado de que éste bigotón pequeño tenía una posición "anti-Jungla", y que por suerte se pudo revertir, sin que yo hiciera nada, sólo siendo, sólo estando, sólo compartiendo.
Y resultó que nos abrieron las puertas, las de madera, las de hierro y las del corazón, y pudimos hacer más de lo que preveíamos, y recibimos la ayuda de todos, de los cachorros de tigre, de los viejos jabalíes, de las jóvenes cervatillas, y aún de aquéllos que sólo nos habían visto caminar por el borde de La Jungla.
Y resultó que el último día sentí que era de casa, que podía quedarme a vivir en esta Jungla, que caminaba como si siempre hubiera vivido acá y como si mañana fuera a amanecer acá de nuevo, compartiendo con pichones de puma y con viejos buhos.
Es una sensación incomparable, estar tan lejos de casa y al mismo tiempo, sentirse en casa. Sobre todo si en la de acá uno lleva sólo unos días estando.
Siempre, pasan los años, y yo sigo agradeciendo a los moradores de La Jungla que me sigan dando el lugar de "hija adoptiva", esta vez, precisamente en el sitio geográfico en que se me dijo eso por primera vez y en público.
Estoy contenta.

martes, 9 de noviembre de 2010

Grande Jim Croce!!!

You should have seen the man I used to be
I used to be a problem, but now I am a wiser man
I was trouble in perpetual motion
Trouble with a capital "T"

chau chau

CHAU MASSERA!!!
PUDRITE BIEN EN EL INFIERNO!!!
Sólo lamento que no haya muerto en el Hospital Penitenciario...

domingo, 7 de noviembre de 2010

Volvemos a La Jungla del interior

Y sí, uno los conoce cachorritos. Crecen, suben las montañas, algunos se van...
En ocasiones resulta que un gesto en un momento cualquiera, sin intención, produce que ese poblador de La Jungla sienta algún tipo de aprecio por uno, por el tiempo transcurrido, por lo que tocó pasar juntos, porque vio la forma en que uno camina.
Y sí, ese que una vez era un oso viejo y golpeado, con un cierto dejo de ferocidad en su gesto temeroso, ahora está en donde puede ver el panorama y tomar decisiones. Ahora no parece viejo ni golpeado. Vuelve a ser ese oso fiero que se divisaba que en el fondo era.
Y aún cuando en su momento - por un asunto pequeño, en realidad - cruzamos garras con rasguños, hoy podemos incluso divertirnos juntos, reír y estar de acuerdo en algunas cosas, en otras no.
También el tiempo pasado sirve para saber que en La Jungla un felino pequeño es sólo un invitado, aún cuando sea bienvenido, aún cuando las fieras le digan que también forma parte de ellos, y por eso podemos relacionarnos con el Oso correctamente, y permitirle a él que tome las decisiones, y agradecer por supuesto que volveremos a tener alas, de acero, pero alas.
Y nuevamente nos encontramos contactando a fieras lejanas, desconocidas, dudando en la comunicación entre el Vos y el Usted, hasta que lleguemos allá y podamos comenzar nuevamente a hacer cosas juntos, con el tipo de poblador de La Jungla que toque esta vez, conoceremos nuevos cachorros, atravesaremos situaciones, y nuevamente los veremos crecer, desplegar sus plumajes o sus pieles, peludas, lisas, frescas o cálidas, escamosas o pegajosas.
Veremos, cuando lleguemos allá.

Bigotón que usa correa

Se llama Papi, tal como dice en su chapita, y no sólo su chapa sino su correa hacen pensar que podría ser otro tipo de coludo, pero es silencioso.
Mientras a su lado trabajan varias mujeres, cosiendo y arreglando ropa, él mira la gente entrar y salir, y dependiendo lo que sienta, saluda, intenta ser acariciado, o ignora absolutamente a las personas.
Dicen que se iría si no tuviera puesta la correa, personalmente, lo dudo.